Es fácil: Duerme bien. Así no lo creas la falta de sueño puede sabotear tu dieta.
Tu forma de comer influye directamente en tu bienestar. Este es, sin duda, un factor fundamental para que tu cuerpo y mente funcionen adecuadamente. Por eso, la alimentación juega un papel muy importante en la vigilia y en el sueño.

Pérdida de sueño y metabolismo
Te ha pasado que cuanto menos duermes más comes? Y lo peor, no es solo la cantidad sino la calidad de lo que ingieres. La gran mayoría de las veces optamos por paquetes, grasas malas y mucha, pero mucha azúcar. Cuando no duermes lo suficiente, el cuerpo se vuelve especialmente reacio a deshacerse de la grasa y del azúcar. La masa muscular, por su parte, tiende a reducirse cuando se retiene grasa. De este modo, dormir menos de 7 y 8 horas por noche no solo aumenta la probabilidad de ganar peso,sino también aumenta significativamente la probabilidad de desarrollar diabetes tipo 2.
Aumento de peso y obesidad
Cuando el sueño se ve afectado por la cantidad de horas que le quitas, subes de peso. La primera razón tiene que ver con las hormonas que regulan el apetito: la leptina y la ghrelina. La leptina se encarga de la sensación de saciedad, cuando los niveles son altos tu apetito se reduce. Por el contrario, la ghrelina desencadena una fuerte sensación de hambre, cuando sus niveles aumentan también lo hace tu deseo de comer. Un desequilibrio entre estas dos puede provocar un aumento de peso porque vas a comer más.
El sueño inadecuado disminuye las concentraciones de leptina, hormona que da la señal de saciedad y aumenta las concentraciones de ghrelina, que detona el hambre, con este desorden la señal de ¨estoy lleno¨ no existe en tu sistema y se amplifica el mensaje de “todavía tengo hambre”.

Cuando dormimos poco solemos consumir 300 calorías más al día que cuando tenemos toda una noche de sueño. En un año esto equivale entre 6 a 7 kilos si eres de los que duermen menos de 7 horas.
Obtenido del libro Porqué dormimos de Mathew Walker
Impresionante pero cierto. Entonces, ¿La falta de sueño nos engorda? Si, el sueño conlleva a un estado de intensa actividad metabólica tanto para el cerebro como para el cuerpo. Por esta razón, ya no se sustentan las teorías que proponen que durmamos para conservar grandes cantidades de energía. Los insignificantes ahorros calóricos obtenidos mientras se duerme son insuficientes para compensar las peligrosas desventajas asociadas con la falta de sueño.
Cuanto menos dormimos, menos energía sentimos que tenemos, lo que nos torna sedentarios y menos dispuestos a hacer ejercicio ¿Te suena? El sueño inadecuado es la receta perfecta para la obesidad mayor ingesta de calorías y menor gasto calórico. El aumento de peso no tiene que ver solo con que comemos más, sino también con el tipo de cosas que comemos en exceso. Diferentes estudios demostraron que el consumo de dulces (galletas, chocolate y helado) y de alimentos ricos en carbohidratos (pan y pasta) aumentó entre un 30 y 40% cuando el sueño se redujo varias horas por noche. Los alimentos ricos en proteínas, los productos lácteos y los alimentos grasos se vieron menos afectados, mostrando un aumento de entre 10 y 15%.
¿Porque pasa esto?
Debido a la falta de sueño las regiones de supervisión situadas en la corteza prefrontal requeridas para los juicios reflexivos y las decisiones controladas silencian su actividad. En contraste, las profundas estructuras del cerebro que impulsan las motivaciones y el deseo se amplifican en respuesta a los alimentos “malos”. Toda una noche de sueño repara la vía de comunicación entre las áreas del cerebro profundo que desencadenan deseos hedónicos y las regiones cerebrales de orden superior cuyo trabajo es controlar esos antojos. Por lo tanto, dormir bien puede restaurar el sistema de control de los impulsos dentro de tu cerebro, poniendo freno a una alimentación potencialmente excesiva.
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